31/1/11


                                        Proyecto Arrumaco en Programa Guiarte de canal 9.

Proyecto Arrumaco en El Diario de Concepción

24/1/11

Estamos listas!!!

Los esperamos este miércoles 26 de Enero en Balmaceda Arte Joven (colo-colo 1855, Concepción), a las 19:00 hrs.

Nos acompañan en la música: Marcelo Montecinos, DanteOrtega y Marco Oyarzún.
El que no va...se lo pierde.

22/1/11

AGRADECIMIENTOS ESPECIALES

A Violeta Mardones, Mujeres Jefas de Hogar, Carmen Lillo y Dina Navarrete por su gran aporte como tejedoras. A Juan Cares y  José Rubilar por ayudarnos con el  montaje, y a Nelson Zbinden por sus registros de imágenes y otros varios.

 Ya nos queda menos...a todos y todas en general, muchas gracias!
                                                                        Loreto y Carmen

20/1/11

Cuarto día de montaje...si no fuera por Red Bull...

17/1/11

Comenzamos!!!

Ya iniciamos la ardua labor del montaje!!

7/1/11

Arrumaco

La expresión libera afecto, y el afecto es lo que mueve. La presencia, la gestualización y el habla transforman la cualidad del contacto entre las personas, crean tanto quiebres como junturas, y las técnicas expresivas del arte pueden multiplicar estos cambios inmediatos a lo largo de miles de caminos de la mente y los sentidos.
Brian Holmes, Manifiesto Afectivista


El nombre dado al proyecto que presentan Carmen Cares y Loreto Zambrano, pone de manifiesto una de sus cualidades más relevantes: Arrumaco, demostración de afecto, experiencia de un acto compartido. Ello a partir de la coordinación y producción de un tejido colectivo en el cual han colaborado personas de diversa índole, pertenecientes a organizaciones sociales, jefas de hogar, amistades, etc.
La cualidad afectiva de Proyecto Arrumaco – y su carácter de experiencia colectiva – alcanzan además una dimensión significativa en tanto el proyecto se desarrolló durante una coyuntura marcada por las consecuencias del terremoto y tsunami que impactaron a las regiones del sur de Chile. En este sentido, Proyecto Arrumaco sintonizó con la emergencia de muy particulares iniciativas que, en un contexto de crisis generalizada, trabajaron en la recuperación de un ya antes extraviado sentido de comunidad.

De este modo, la producción de los tejidos que han aportado cada una de quienes participaron el proyecto – y  que de forma modular dan cuerpo al volumen escultórico final que se dispone para ser experimentado en sala – se superpone a la idea de entramado social.
¿Qué emerge en tal articulación efectuada desde el marco de las prácticas creativas contemporáneas? Pues bien, una serie posibilidades que se presentan como el excedente más interesente de aquellos procesos simbólicos implicados en el hacer y en la experiencia compartida: se hace latente una activación de la memoria, se vislumbran nuevas formas de relación, se manifiestan singulares procesos intersubjetivos e identitarios, etc. Es en este plano que el “afecto” aparece como una cualidad constitutiva de Proyecto Arrumaco, en tanto se encuentra directamente vinculado a la potencia que abren la conformación de redes y la generación de nuevos (otros) espacios de intercambio y sociabilidad, condición presente en el proceso de esta propuesta.

Hay quienes sostienen que este viraje hacia prácticas afectivas y colaborativas – que suponen la coordinación de una diversidad de agentes en función de un acto creativo – hace emerger la “perdida” capacidad transformadora del arte. Esto queda para nosotros como una interrogante, siempre atingente y movilizadora; pero sí podemos depositar en el arte la expectativa cierta de unas acciones destinadas a generar espacios temporales y circunstanciales en los cuales emerjan otros modos de relacionarnos, interactuar y compartir. Esto determina con claridad la función de un arte que, por sobre el anacronismo de la pretendida autonomía y autosuficiencia del espacio artístico, cifra sus expectativas en la gestación de experiencias que hagan temporalmente efectiva una desestabilización de las economías de sentido imperantes; en este plano, más que un objeto a contemplar,  las obras se presentan como un proceso a experimentar, cuestión que resulta clave en la apuesta simbólica de Proyecto Arrumaco y su entretejido de vínculos sociales…“crear vínculos. ¿Qué tendría de estético esto? Lo que tiene de social es bastante evidente: que alguien junte a la gente parece una función social. Lo que tiene de estético es que hay una apuesta fuerte por la visibilidad, por cosas que se ven y por hacer del arte una manera de crear sociedad”[1]

David Romero




[1] José Fernández Vega, en “El pez, la bicicleta y la máquina de escribir: un libro sobre el encuentro de espacios y grupos  de arte independientes de América Latina y el Caribe”. Buenos Aires: Fundación Proa.